Por: Mauricio Gómez Castañeda.
El
14 de abril se estrenó la octava entrega de la saga de Rápido y Furioso,
situación que a muchos les causa problemas y a otros realmente disfrutan, a fin
de cuentas películas de acción que muchos disfrutamos.
Hemos
dejado atrás aquella moda de autos tuneados que consistían en la pintura
extravagante de la carrocería y motores súper potentes, cosa que fue remplazada
con los autos lujosos que llenan nuestras expectativas y cumple con nuestra
necesidad de la velocidad y motores poderosos.
Esta
nueva entrega comienza nada más y nada menos que en La Habana, Cuba la cual
considero que fue lamentablemente mal aprovechada en cuestiones de que pudimos
ver un poco más de acción y porque no, hacer de la isla una pieza importante
dentro de la película.
A
pesar de tener grandes escenas de acción que podemos ver en la cinta, considero
que no encontramos nada nuevo en dicha entrega, aunque personalmente la he
disfrutado mucho.
Es
quizás 100% probable que con la muerte de Paul Walker dio un gran giro a la
película, pues era uno de los protagonistas más importantes para las escenas de
acción a lado de su entrañable amigo Vin Diesel, dejando quizás en todos
los demás actores un poco más de trabajo y responsabilidad en sus hombros para
lograr un gran trabajo y cubrir ese espacio que sin duda ha sido difícil de
llenar en esta película.
Como
siempre o ya es conocido dentro de esta saga, es el tema de la familia que sin
duda queda muy reflejado cuando aquellos que eran enemigos hoy son amigos y
forman parte de esta familia.
Dentro
de esta película podremos ver varias escenas importantes que nos deja con la
duda de que posiblemente exista una película más, por lo cual después de su
estreno ya han sido confirmadas por si fuera poco dos películas más de esta
saga.
Realmente
no sé qué más podremos ver en las siguientes entregas pues sin duda, lo hemos
visto todo desde jalar una caja de blindada hasta luchar con un submarino, y
aunque posiblemente no descubran el hilo negro de las películas de acción, es
probable que muchos estarán llenando las salas en un futuro para ver a sus
fugitivos favoritos.